Factores de riesgo y prevención

El cáncer es en gran medida prevenible y tiene un carácter multifactorial ya que no se genera por una sola causa. Es importante adoptar hábitos de vida saludables, realizar controles regulares de salud y evitar la exposición a elementos tóxicos que predisponen al desarrollo de tumores.

Factores genéticos

En algunas personas, la información genética familiar puede ser un factor de riesgo que aumente la predisposición a padecer cáncer. Este riesgo es muy variable y no necesariamente significa una certeza de aparición de la enfermedad. La mayoría de las veces, los casos con mayor carga genética aparecen a edades tempranas y en varios individuos de la misma familia. Es muy importante detectar los casos de cáncer hereditario por las medidas preventivas que pueden aplicarse a todo el grupo familiar.

Factores ambientales

La contaminación del aire, el agua y el suelo por productos químicos carcinógenos también incide en la ocurrencia del cáncer. La exposición a estos productos  puede producirse a través del agua o el aire, también a través de alimentos contaminados con sustancias químicas, como aflatoxinas o dioxinas.

Muchos estudios han demostrado que la exposición al asbesto, benceno, bencidina, cadmio, níquel y cloruro de vinilo puede causar cáncer.

Factores relacionados con hábitos y estilos de vida

El consumo de tabaco y alcohol, las dietas ricas en grasas y la inactividad física son los principales factores de riesgo.

Los fumadores tienen mayor probabilidad que quienes no fuman de tener distintos tipos de cáncer tales como los de pulmón, esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y cuello del útero.  Asimismo, el consumo de alcohol en exceso puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, colon y recto, hígado o mama.

Por otra parte, diferentes estudios  han demostrado un nexo entre sobrepeso y obesidad  y diversos tipos de tumores como los de esófago, colorrectal, mama, endometrio y riñón.

Una dieta saludable y actividad física regular pueden ayudar a disminuir el riesgo de cáncer.

Factores infecciosos

Está demostrada la asociación entre infecciones ocasionadas por diferentes virus y cáncer.  En los países subdesarrollados, el Virus del Papiloma Humano (VPH) que se transmite por relaciones sexuales es el principal factor de este grupo asociado con la ocurrencia de cáncer de cuello de útero. De todos modos, es importante aclarar que la infección por VPH aunque es condición necesaria no es suficiente para desarrollar este tipo de cáncer.

 

Por otra parte, el Virus de la Hepatitis B  (VHB) puede provocar cáncer hepático. A nivel mundial se estima que un 25% de los adultos con infección crónica adquirida en la infancia mueren de cirrosis o de cáncer hepático relacionados con el VHB. Este virus se transmite entre las personas por contacto directo de sangre a sangre o a través del semen o las secreciones vaginales de una persona infectada. Los modos de transmisión son los mismos que los del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), pero el VHB es entre 50 y 100 veces más infeccioso. A diferencia del VIH, el VHB puede sobrevivir fuera del organismo durante más de 7 días. La principal medida preventiva de la Hepatitis B es la vacuna que en nuestro país está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación (es obligatoria y gratuita) y se aplica una dosis a los recién nacidos dentro de las primeras 12 horas de vida y tres dosis más a los 2, 4 y 6 meses (junto con la Pentavalente). También se complementan o inician esquemas de vacunación a los niños y niñas de 11 años que no recibieron las dosis correspondientes.

Radiaciones

El principal factor de riesgo es la radiación ultravioleta de los rayos solares, que puede producir en las personas cáncer de piel. Está demostrado que el riesgo de este tipo de cáncer es más alto en aquellas personas que se exponen al sol sin los cuidados adecuados.

Los exámenes radiológicos como radiografías, mamografías y tomografías emplean rayos X que son radiaciones ionizantes, es decir que tienen la potencialidad de dañar a las células. Recientemente los expertos han manifestado preocupación por el empleo excesivo de procedimientos radiológicos y sus posibles efectos carcinogénicos, especialmente en niños y jóvenes.

La ecografía y la resonancia magnética no emplean radiaciones ionizantes.

http://www.msal.gob.ar/inc/index.php/acerca-del-cancer/el-cancer-/factores-de-riesgo-y-prevencion

Escribir respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.