España se encuentra a la cola de los países europeos que menos flexibilidad laboral ofrece a las familias para conciliar. Así lo recoge el informe «Evolución de la Familia en Europa 2014», que fue presentado ayer por el Instituto de Política Familiar (IPF) en el Parlamento europeo, con motivo de la celebración del XX Aniversario del Año Internacional de la Familia.

El estudio dibuja un panorama demográfico desolador para el Viejo Continente: sociedades cada vez más envejecidas, con más población mayor ymenos niños; con mayor número de hogares pero más solitarios; con menos familias y cada vez «más rotas e insatisfechas»… El resultado es que Europa avanza hacia el ocaso demográfico.

Pésima conciliación

Aparte de toda una amplia serie de indicadores de población, fecundidad, rupturas de las parejas, número de abortos, composición de los hogares… el documento analiza dos variables que afectan directamente a la natalidad: las medidas de conciliación que han adoptado los países y las ayudas a la familia. El informe demuestra que en ambos casos queda mucho por hacer a nivel europeo. Pero hay naciones en peor situación, como España, que no sale bien parada.

Poco menos del 30% de los europeos dipone de cierta flexibilidad en le trabajo

La flexibilidad de los horarios de trabajo es todavía insuficiente en Europa, precisamente esta es una de la medidas que más se suele valorar para facilitar la conciliación. De hecho, la gran mayoría de los europeos (71%) tiene un horario totalmente rígido y definido por la empresa. El resto dispone de cierta flexibilidad. De ellos sólo un 12% puede elegir libremente cuándo entra y sale del trabajo.

Nuestro país se encuentra entre las naciones que menos flexibilidad laboral ofrece a los trabajadores (Finlandia y Suecia están en cabeza). El 88% de los trabajadores tiene un horario rígido fijado por la empresa. Esta es una de las demandas que incluye el segundo borrador del Plan Integral de Apoyo a la Familia (PIAF) que ultima el Gobierno. El texto recoge «fomentar una mayor flexibilidad en la ordenación de la jornada para atender necesidades puntuales de conciliación en el ámbito de la negociación colectiva». El plan apunta a la creación de bolsas de horas recuperables.

Bajas y permisos

Tampoco los permisos para el cuidad de hijos menores parece ser una medida que tenga mucho éxito entre los europeos. Son de muy corta duración: el 97% de ellos menores a un mes. Y aunque parezca extraño tampoco triunfan las guarderías en el continente, otro servicio que puede ayudar a las familias: tres de cada cuatro ciudadanos no las usan. Rumanía y España son los países que menos las utilizan (1 de cada 7 personas), mientras que Dinamarca es el que más (7 de cada 10), seguido de Suecia y Francia. En nuestro caso, el 60% de la población considera que son servicios muy caros.

Las diferencias en la duración del permiso de maternidad son abismales entre unos y otros. De los 28 países que hoy día conforman la UE, 19 no alcanzan la media de 27,7 semanas. Hay naciones que lideran la baja por el nacimiento de un hijo.Son los casos de Suecia (77 semanas), Bulgaria (58), Reino Unido (52) y Dinamarca (50). España, de nuevo, se encuentra en el furgón de cola: 16 semanas.

Insuficientes ayudas

Las ayudas que se conceden a las familias también recogen grandes desigualdades entre países. Si bien de cada 13 euros que destina Europa a gastos sociales tan sólo uno se dedica a familia, las diferencias resultan tremendas cuando se analiza la ayuda directa que reciben los hogares. Hay que envidiar a naciones como Luxemburgo que concede 216 euros al mes por hijo, o Alemania 184 o Austria 131.España, otra vez, entre los países que más baja prestación ofrece por hijo: 24,25 euros mensuales a familias que no ganen más de 11.519 euros brutos anuales. Además, en la mayoría de las naciones esta asignación es universal, para todos los hogares independientemente de su renta, no como en España que está sometida a límites de renta.

Ha habido países que incluso han incrementado esta retribución por hijo. Lo hicieron Polonia, Reino Unido, Suecia, Bélgica, Bulgaria… Otros, sin embargo, todo lo contrario: redujeron las ayudas para el primer y segundo hijo. Entre ellos España.

El resultado es que mientras hay naciones que apuestan por la familia, Dinamarca destina un 4,1% de su PIB a este concepto y Luxemburgo un 3,6%, otras no parecen prestarla atención. España se encuentra entre ellas: sólo da el 1,4% de PIB a familia.

El estudio sitúa a España «en pleno invierno demográfico»

Entre todos los países, España también destaca porque sigue acaparando otros indicadores muy negativos: las madres españolas son las que tienen su primer hijo con más edad (31,6 años); el índice de fecundidad se encuentra entre los más bajos del continente (1,3 hijos por mujer); la población mayor es de las más elevadas (8,2 millones de personas)… El estudio del IPF sitúa a España «en pleno invierno demográfico» (junto a Italia, Alemania, Grecia, Portugal y Hungría) y utiliza expresiones como «natalidad crítica» para definir la situación demográfica a la que se enfrenta.

ABC.es

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