Un equipo de investigadores australianos ha descubierto que un medicamento ya existente, el denosumab, podría contribuir a prevenir el cáncer de mama en mujeres portadoras de un gen BRCA1 defectuoso, es decir, las que más riesgo tienen de desarrollar la enfermedad y, por tanto, las que a menudo recurren a la extirpación quirúrgica del tejido de la mama y ovarios para reducir su probabilidad de padecer cáncer de mama y de ovario.
Tal y como publica la revista Nature Medicine, los investigadores del Walter and Eliza Hall Institute of Medical Research tomaron muestras de tejido mamario donado por mujeres portadoras del gen defectuoso e identificaron, a partir de ellas, las células que daban lugar a cánceres de mama. Eso fue posible porque las células precursoras del cáncer en el tejido mamario BRCA1 mutante tenían muchas similitudes con las formas agresivas de cáncer de mama, proliferando rápidamente y permitiendo ser identificadas por una proteína marcadora llamada RANK. El descubrimiento de RANK como un marcador de precursores de cáncer constituye un avance muy importante, ya que responde a inhibidores ya existentes como el denosumab, que actualmente se utiliza para tratar el cáncer de mama y la osteoporosis que se ha diseminado al hueso.
De confirmarse en futuros estudios clínicos que el denosumab puede prevenir potencialmente el desarrollo del cáncer de mama, se abriría la puerta a una opción no quirúrgica muy valiosa para prevenir la enfermedad en mujeres con un riesgo genético elevado.