El estudio Impacto de la modificación del copago farmacéutico (Real Decreto-Ley 16/2012) sobre la adherencia a fármacos efectivos tras Síndrome Coronario Agudo ha evidenciado que la modificación del copago farmacéutico, en julio de 2012, tuvo un impacto negativo en la adherencia de los pensionistas a tratamientos tras haber sufrido un tras sufrir síndrome coronario agudo (SCA) o infarto de corazón.
Para elaborar el trabajo, presentado en las XXXVI Jornadas de Economía de la Salud (AES), se ha analizado a personas mayores de 35 años dados de alta tras ser hospitalizadas tras ser hospitalizada por SCA en el periodo 2009-2011 en la Comunidad Valenciana, a quienes se les realizó un seguimiento hasta 2013, excluyendo a quienes cumplieron 65 años durante ese período.
Así, concluye que la modificación del copago tuvo un impacto negativo en este grupo de pensionistas, aunque esa pérdida de adherencia a los tratamientos resultó ser transitoria, ya que el estudio también detectó que recuperaron la medicación posteriormente.
Inequidades entre los que no son pensionistas
Asimismo, el estudio ha revelado la existencia de inequidades entre los “activos” (no pensionistas) al respecto de la adherencia a los tratamientos con anterioridad a la entrada en vigor de la modificación del copago, ya que, después de sufrir un ataque al corazón, fueron los enfermos con menos recursos económicos quienes más dejaron de tomar la medicación prescrita por sus médicos.
En cuanto a los efectos de la reforma del copago, los pensionistas, que antes recibían los medicamentos gratis y ahora tienen que pagar el 10 por ciento, empeoraron su adherencia en los primeros meses de entrada en vigor, mientras que los activos se mantuvieron sin cambios.
El efecto ha sido transitorio, ya que los pensionistas se fueron adaptando progresivamente al nuevo régimen de copago y un año y medio después de su implantación ya tenía el mismo nivel de cumplimiento terapéutico que antes de la reforma.
EuropaPress