Nuevos datos confirman que empagliflozina es el primer antidiabético que muestra reducción del riesgo CV

Se esperaban con expectación los resultados del que se había anunciado como primer antidiabético en reducir el riesgo cardiovascular. Y los datos presentados en el congreso de la EASD no han defraudado. Empagliflozina, un inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2), reduce de forma significativa (38 por ciento) las muertes por causa cardiovascular (CV) en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2). Este dato proviene del estudio Empa-Reg Outcome, un ensayo multicéntrico, randomizado, doble ciego y controlado por placebo que incluyó a más de 7.000 pacientes con un elevado riesgo cardiovascular. La mediana del tiempo de observación fue de 3,1 años. En el trabajo se comparó el efecto de añadir 10 mg o 25 mg de empagliflozina una vez al día al tratamiento estándar (fármacos cardiovasculares e hipoglucemiantes) con placebo combinado con el tratamiento estándar.

Bernard Zinman, director del Centro de Diabetes del Hospital Monte Sinaí, en Estados Unidos, señaló que esta reducción de las muertes por causa CV «tiene una gran relevancia, ya que hay muchos pacientes con diabetes que presentan riesgo cardiovascular. Y este es el primer fármaco que demuestra de una forma inequívoca que lo reduce». Zinman comentó que empagliflozina (Jardiance, de Boehringer Ingelheim y Eli Lilly) inhibe la reabsorción de glucosa por parte del riñón. «El objetivo del riñón es reabsorber la glucosa, porque, desde un punto de vista evolutivo, no interesa perder tantas calorías», señaló este experto. Al bloquear esta reabsorción, «la glucosa se elimina con la orina, se reducen los niveles de glucosa en sangre, se pierden calorías, el paciente baja de peso y se reduce la presión arterial», añadió. Asimismo, empagliflozina también redujo un 32 por ciento la mortalidad total y un 35 por ciento las hospitalizaciones por ataques al corazón. Zinman también señaló que el riesgo de la variable principal de valoración combinada (muerte cardiovascular, ataques al corazón no mortales y accidentes cerebrovasculares no mortales) se redujo un 14 por ciento con empagliflozina .

Pérdida de peso

Otro reto en diabetes es lograr fármacos que reduzcan el peso en los pacientes con exceso de peso. Nuevos datos de un estudio fase 3 con liraglutida 3 mg (Saxenda, de Novo Nordisk) muestran que los pacientes que habían perdido al menos un 5 por ciento de peso tras 16 semanas de tratamiento con este fármaco (respondedores rápidos) perdieron más peso tras 56 semanas con el fármaco que aquellos que habían perdido menos del 5 por ciento durante las primeras 16 semanas. Tras cuatro meses de tratamiento, el 50,4 por ciento de los pacientes fueron respondedores rápidos. Al final de las 56 semanas, el 44,6 por ciento de éstos habían perdido más del 10 por ciento de su peso, y el 11,6 por ciento, más del 15 por ciento.

Neuropatía diabética

Por otro lado, es sabido que elevados niveles de glucosa en sangre pueden desencadenar una neuropatía diabética. Un estudio realizado por investigadores del Bethesda Diabetes Research Center (Holanda) muestra que la metformina incrementa los niveles de ácido metilmalónico en suero, lo que empeora los síntomas de la neuropatía. Por su parte, Fernando Azpiroz, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, señaló que la neuropatía puede afectar a los sistemas que controlan la función digestiva. En el caso de los pacientes diabéticos, «esta patología puede provocar problemas en el vaciamiento del estómago y, por tanto, una alteración en la absorción de azúcares o de medicamentos». A juicio de este experto, es importante «plantearse que, si un paciente diabético tiene problemas digestivos, quizás sufre una neuropatía».

Avances en terapia génica

Aunque aún sean un horizonte a largo plazo, otro tema destacado del congreso fueron las terapias génicas. Sabela Díaz-Castroverde, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, comentó que su grupo ha demostrado en un modelo animal de DM2 que, tras una «una inyección de virus adenoasociados que incluye la isoforma A del receptor de insulina, ésta se expresa para favorecer la captación de glucosa y disminuir la hiperglucemia durante la fase de resistencia a la insulina». El objetivo es evitar el fallo de las células beta pancreáticas, que éstas se destruyan y dejen de producir insulina, apuntó Díaz-Castroverde, cuyo trabajo fue premiado en el pasado congreso de la Congreso de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología.

Control glucosa

Cada vez son más los pacientes con diabetes tipo 1 que, en España, siguen una terapia de infusión subcutánea continua de insulina (ISCI). Gracias a este método, se pueden lograr unos ajustes de insulina más acordes a los requerimientos específicos de cada paciente. Además, se trata de un tratamiento que permite una mayor flexibilidad, lo que es útil para combinarlo con el trabajo, el ocio, la actividad deportiva… Investigadores de la Universidad de Lodz (Polonia) han presentado un estudio que evalúa cuántas veces al día es necesario medir la glucosa en sangre en el caso de seguir un tratamiento de este tipo. El estudio incluyó a 41 pacientes con diabetes tipo 1 que habían seguido la terapia ISCI durante al menos los seis meses anteriores. Como recuerdan los investigadores, los pacientes con diabetes tipo 1 deben mantener sus niveles de HbA1c por debajo del 6,5 por ciento, lo que es equivalente a que la media de glucosa en sangre sea menor a 140 mg/dl. En el trabajo, se analizaron los datos obtenidos durante dos semanas, y los resultados muestran que para lograr un adecuado control de los niveles de glucosa es necesario monitorizar estos niveles como mínimo seis veces al día.

Fuente: Gaceta médica

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