La organización está ‘profundamente preocupada’, ha dicho Chan

Se esperan cuatro millones de casos en el continente americano

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acogido hoy en su sede de Ginebra una sesión informativa sobre el virus Zika, en la que su directora, la doctora Margaret Chan, ha señalado que el nivel de alarma de la organización ante esta enfermedad es «extremadamente alto», por cuatro motivos: por la posible relación del virus con los casos de microcefalia detectados en algunos bebés, por ladiseminación internacional que se espera del mismo, por la falta de inmunidadque tiene la población expuesta a él y, por último, por la ausencia de una vacuna o de herramientas de diagnóstico rápido disponibles actualmente.

Todos estos motivos hacen que la organización esté, en estos momentos, «profundamente preocupada» ante un virus que se está expandiendo «de forma explosiva», y del que se esperan de tres a cuatro millones de casos en las Américas, aunque este dato es una estimación, ya que la dificultad del diagnóstico hace que haya «profundos agujeros» a la hora de poder confirmar «la situación real».

La amenaza de la microcefalia

Aunque Chan ha resaltado que es importante recordar que, al menos por el momento, «no se ha establecido una relación causal entre el Zika y la microcefalia», sí que existe una «fuerte sospecha» de que el virus podría estar causando este defecto congénito, ya que el aumento de su incidencia es «alarmante». Y es que, según datos oficiales, en 2015 se han registrado en Brasil 3.530 casos de bebés con esta malformación, cuando la media del año anterior era algo menor de 150. Además, se ha detectado el virus en el líquido amniótico de algunas mujeres embarazadas y en el cerebro de bebés que han fallecido.

«Así como el nivel de preocupación es extremadamente alto, también lo es la incertidumbre», ha dicho la directora de la OMS, que ha anunciado que, el próximo lunes, la organización reunirá a su comité de emergencia para acordar medidas a tomar en los países afectados y determinar si ésta es una emergencia de salud internacional.

‘Esto no es el ébola’

«No podemos tolerar que sigan naciendo más niños con malformaciones», ha señalado la representante de la OMS en la región de las Américas. Por su parte, Marcos Espinal, director del departamento de enfermedades transmisibles de la OMS, ha querido dejar claro que «esto no es el ébola». «El virus del Zika necesita un vehículo [el mosquito Aedes aegypti], y si podemos controlar ese vehículo, podemos controlar su impacto«, ha explicado.

Hay que tener en cuenta que, en términos generales, el Zika no es una enfermedad grave: la mayoría de las personas se recupera del virus y la tasa de hospitalización es baja. Además, sólo una de cada cuatro personas a las que les pica un mosquito infectado acaba desarrollando los síntomas. El problema, ha dicho Espinal, son las complicaciones derivadas, principalmente «la microcefalia. Y es ahí donde el sistema de salud tiene que estar preparado». «Debemos centrarnos en las mujeres embarazadas y en las que quieren quedarse embarazadas», ha dicho Chan.

Control vectorial

Espinal ha advertido además de que «no podemos esperar para empezar a tomar medidas, porque el mosquito está en todas partes«, y ha recordado que el virus «es muy difícil de detectar», porque a los cinco o seis días de la picadura ya no se puede encontrar en la sangre.

La estrategia ahora debe ser, señalan todos los profesionales reunidos hoy en la sede de la OMS, «un enfoque multisectorial para controlar al vector». Además, han recordado que este momento es «una oportunidad extraordinaria» para desarrollar nuevos antivirales, vacunas y test de diagnóstico.

 

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