Una investigación publicada en Nature muestra que dos anticuerpos específicos para el dengue podrían neutralizar el virus del Zika, proporcionando un blanco potencial para una vacuna. Sin embargo, otro estudio, publicado en Nature Immunology, muestra que la mayoría de los anticuerpos contra el dengue son incapaces de bloquear al Zika, y realmente lo que hacen es potenciar la infección por este virus.
El Zika y el dengue pertenecen a la misma familia de virus, los Flaviviridae, y siendo ambos transmitidos por el mosquito Aedes. Un trabajo previo había mostrado que el sistema inmune genera diferentes tipos de anticuerpos contra el dengue que se unen a diversas áreas del virus. En la investigación publicada ahora por Nature y codirigida por el profesor Félix Rey, del Instituto Pasteur y profesor del Imperial Screaton, se confirmó que dos tipos de anticuerpos (anti-EDE1 mAb y anti-EDE2 mAb), que se producen en personas infectadas por el virus del dengue, pueden unirse de manera eficiente al virus Zika y potentemente neutralizan la infección. Ahora, estos expertos están trabajando para utilizar estos resultados para desarrollar nuevas vacunas que protejan frente al dengue y Zika.
El segundo estudio publicado en Nature Immunologoy, en el que participaron los mismos científicos del Instituto Pasteur de París, Francia, y de la Universidad Mahidol de Bangkok, en Tailandia, sugiere que el virus Zika utiliza las propias defensas del organismo como un caballo de Troya para poder en una célula humana sin ser detectado. Una vez dentro de la célula, se replica rápidamente. El autor principal del trabajo, el profesor Gavin Screaton, decano de la Facultad de Medicina en el Imperial, explica: «A pesar de que este trabajo está en una etapa muy temprana, sugiere que una exposición previa al virus del dengue puede aumentar la infección por Zika. Esta puede ser la razón por la que el actual brote ha sido tan grave y por qué lo ha sido en las áreas donde el dengue es prevalente. Se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y avanzar hacia una vacuna».
La fiebre del dengue ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas y se cree que el virus causa alrededor de 390 millones de infecciones cada año, con un 40% de la población mundial que vive en áreas de riesgo.
Una segunda infección
En este segundo estudio, financiado por el Wellcome Trust y el Consejo de Investigación Médica, los autores utilizaron anticuerpos que reconocen el virus del dengue recogidos de individuos que habían sido infectados con el dengue. El equipo, que también fue financiado por el Centro de Investigación Biomédica Imperial del Instituto Nacional para la Investigación de la Salud, los añadieron a cultivos celulares humanos, junto con el virus Zika.
Sus resultados sugieren que los anticuerpos del dengue pueden reconocer y unirse a Zika, debido a las similitudes entre los virus. Fundamentalmente, también plantean que los anticuerpos de dengue preexistentes pueden amplificar una infección por Zika a través de un fenómeno llamado mejora dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés).
Este planteamiento se ha identificado previamente en la fiebre del dengue y se cree que es la razón por la que una segunda infección con el dengue es a menudo más grave que la primera. Cuando el dengue infecta por primera vez el cuerpo, el sistema inmunitario produce anticuerpos contra el virus, que son grandes proteínas que se adhieren a la invasión de bacterias o virus, neutralizándolos y permitiendo que el sistema inmune destruya los agentes patógenos. De esta forma, los anticuerpos están preparados para reconocer si ocurre otro ataque de los mismos invasores. Sin embargo, hay cuatro tipos diferentes de virus del dengue, por lo que si una persona es infectada por segunda vez por una cepa diferente, los anticuerpos surgidos a partir del primer ataque se unen sólo parcialmente al virus y son incapaces de prevenir la infección.
Entonces, el anticuerpo, con el virus débilmente unido, se traslada en una célula inmune, la cual normalmente mataría el virus, pero como el virus no está bien puesto, se libera una vez que consigue entrar a la célula inmune humana. Aquí se secuestra la maquinaria de la célula inmune para replicar más partículas virales, promoviendo la infección.
El nuevo estudio sugiere que el mismo fenómeno se produce cuando una persona que ha sido previamente expuesta al dengue se encuentra con el virus Zika. Los anticuerpos existentes contra el dengue se adhieren a Zika, debido a la similitud entre los virus, pero no son capaces de bloquear el Zika de forma segura, por lo que el anticuerpo simplemente facilita la entrada de Zika en las células inmunes humanas, donde se replica. «Ahora tenemos que investigar si el fenómeno de la ADE puede ayudar a la transferencia de Zika través de la placenta», adelanta Juthathip Mongkolsapaya del Departamento de Medicina del Imperial. Añade que el equipo también encontró que un tipo de anticuerpo puede ayudar a proteger contra el fenómeno de ADE y evitar que el virus se apropie de las células inmunes.
El doctor Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust, subraya: «el Zika y el dengue proceden de la misma familia de virus y sabemos que comparten muchas similitudes en su estructura genética, patrón de transmisión y respuesta inmune que desencadenan. Estos nuevos estudios sugieren que la infección previa con el dengue no ofrece ninguna protección contra el Zika, sino que, de hecho, pueden predisponer a las personas a una infección más grave». «No podemos decir aún si esta interacción está jugando un papel en el brote actual, pero si se confirma, es probable que tenga implicaciones importantes para el control y la difusión mundial de Zika, y para el desarrollo de una vacuna para el virus. Todavía hay más preguntas que respuestas sobre el virus Zika y este grupo de virus, incluyendo el dengue», agrega.