MARINA VIEIRA.- A través de trozos pequeños de piel del propio paciente un equipo de  enfermeras del Centro de Especialidades Vicente Soldevilla, dependiente del Hospital Infanta Leonor de Madrid realiza microinjertos en  heridas de los pacientes. “Principalmente en heridas que no responden al tratamiento convencional”, introduce Laura Pérez Gerónimo, una de las enfermeras que colabora desde el principio en esta iniciativa. El equipo, dirigido por Elena Conde -dermatóloga en el centro-, lleva año y medio aplicando esta técnica muy utilizada en Francia para curar heridas con difícil pronóstico. “Entre ellas podemos encontrar las Úlceras de Martorell, que son unas entidades especiales que responden mal a los tratamientos porque se necrosan rápidamente, por eso se benefician mucho de esta técnica” puntualiza Laura Pérez.

Resultados

Generalmente las heridas que en este centro se tratan mediante microinjertos se curan de forma tradicional en ambiente húmedo. Lo que ha conseguido este equipo sanitario introduciendo esta técnica ha sido asombroso, no sólo consigue que la herida se reduzca en un tiempo récord sino también “disminuye el dolor, favorece la epitelización y acorta los tiempos de cicatrización. Hablamos de una diferencia de 14 semanas con una cura en un ambiente húmedo normal a unas nueve semanas con una cura por microinjertos”, los resultados son tan inmediatos que resultan “muy gratificantes” tanto para el paciente como para el personal sanitario encargado de realizar la técnica. “A partir de las cinco horas empieza a disminuir el dolor del paciente, por lo que para ellos se les abre el cielo”, también es una satisfacción muy grande para los pacientes: “ven que una herida que lleva años con curas semanales -incluso diarias- en nueve semanas con esta técnica está prácticamente cicatrizada, es una satisfacción enorme tanto para ellos como para nosotros” relata Laura Pérez.

La técnica

A pesar de que es Elena Conde -dermatóloga del centro- la que extrae los microinjertos, la enfermería “colabora durante todo el proceso” y las curas después de la intervención “las hace enfermería” de forma autónoma. “La enfermera colabora en la colocación de los microinjertos, la dermatóloga los extrae y nosotras los vamos disponiendo como un mosaico a lo largo de la herida. Después todas las curas sucesivas las hace enfermería” expone Laura Pérez.

Actualmente cuentan con diez pacientes que se han hecho un microinjertos y ahora acuden a enfermería a hacerse las curas. Tal y como explican las enfermeras y la médico encargadas de esta consulta, la evolución de estos pacientes es “maravillosa”. Desde el equipo sanitario de este centro de especialidades reclaman que esta técnica se implante en más centros porque “disminuye los tiempos” y aumenta la “calidad de vida de los pacientes” ya que  “este tipo de lesiones disminuye mucho la calidad de vida de la gente, no sólo por el dolor sino por la limitación funcional que esto produce”.

Fuente: Diario del Enfermero

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